Mil días, para evitar enfermedades crónicas
- Escrito por Redacción
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Las enfermedades crónicas, en la población mexicana, están provocando una crisis en el sector público, tanto financiera, como de atención de los padecimientos. Pero ¿qué salida tiene el país, para contener esta avalancha? la respuesta es la nutrición en los primeros mil días de vida.
“Una nutrición apropiada antes y durante el embarazo, y en los primeros dos años de vida, puede contribuir a un crecimiento físico y un desarrollo mental óptimos; ejerce efectos positivos sobre la salud y el metabolismo que pueden contribuir al bienestar general de los niños, y más adelante en su vida”, dijo el Doctor Carlos Alejandro Angulo.
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Desde su punto de vista, los médicos y otros profesionales de la salud están en una posición privilegiada para contribuir continuamente a una nutrición óptima a lo largo de las fases cruciales del crecimiento y el desarrollo que tienen lugar entre la concepción y los dos años.
En el marco del Seminario “1000 para Prevenir Enfermedades Crónicas”, impulsado por Sanulac Nutrición México, comentó que después de la concepción, ese lapso, representa un periodo sensible que sienta las bases para el bienestar físico, emocional e intelectual del niño.
Hay que destacar que, en México, cerca de 60% de las mujeres en edad reproductiva tienen un exceso de peso. Esto puede aumentar el riesgo de diabetes durante el embarazo y contribuir a una mayor adiposidad del recién nacido, contribuyendo a la programación de obesidad en la infancia.
El también Jefe de Pediatría y cuna del Hospital Tlalpan, comentó que la alimentación de la mujer, y también del hombre, en el momento de la concepción, influyen en el riesgo de aparición de enfermedades crónicas en la descendencia.
“Es importante conocer e interpretar adecuadamente la relevancia de los determinantes de la obesidad en las primeras etapas de la vida, para desarrollar estrategias saludables desde la etapa prenatal.
“Durante el embarazo, las necesidades de energía aumentan solo un 10% respecto a la ingesta energética antes de esa condición, y dicho aporte energético debe obtenerse de alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales”, subrayó el Doctor Angulo.
Reiteró que el periodo entre la concepción y el segundo año de la vida del niño es una ventana de oportunidad para el crecimiento y el desarrollo, pues se establecen los cimientos del bienestar físico, emocional e intelectual del niño.
“Una nutrición adecuada durante la infancia es esencial para asegurar que los niños crezcan y se desarrollen alcanzando su pleno potencial. Los déficits nutricionales tempranos están vinculados con menoscabo a largo plazo del crecimiento y la salud, y una ganancia de peso rápida en el infante es un factor de riesgo de obesidad”, agregó.