5 destinos para hacer maletas

Nativus Glamping & Cenote Tulum, Quintana Roo

Dormir en el corazón de la selva puede sonar a un sueño descabellado, pero en este alojamiento esta aspiración se vuelve realidad, ya que su estructura es completamente sustentable, pues está construida de tal forma que permite a las plantas y árboles crecer entre las cabañas y los alrededores para extenderse y convertirse en uno mismo.

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A sus alrededores se encuentra la reserva natural de Sian Ka’an, la zona arqueológica de Tulum, el lago Ka’an Luum y Muyil; también está junto a la costa del mar del Caribe y al interior del lugar se puede practicar snorkel, buceo, canotaje y ciclismo. También hay espacio para relajarse, ya que cuentan con un solario, clases de yoga y servicio de masaje.

NanciYaga, Veracruz

Recorrer el lago de Catemaco en piragua puede ser revitalizante para cualquiera, incluso recorrer sus alrededores a pie es una gran opción para los amantes de la naturaleza. En Nanciyaga ofrecen ambos servicios y tratamientos de temazcal para conectar con el interior de uno mismo, o bien, se puede pasar un rato en sus aguas manantiales.

Además, las habitaciones hechas de madera con vistas al bosque son muy relajantes por su sencillez, además de que, al ser tan minimalistas, contribuyen a que la naturaleza de los alrededores no se vea afectada de ninguna manera. Para estar más cerca del hábitat natural de las especies animales, al centro de la zona hay una cabaña desde la que se pueden escuchar los cantos de los pájaros.

Hotel Mamá Carlota, Querétaro

Una opción para los que quieran visitar la zona céntrica del país es el corazón de Querétaro, el cual alberga íconos como el Templo de San Francisco, el Estadio Corregidora, restaurantes para probar las delicias culinarias del estado como las enchiladas queretanas o las gorditas de migaja.

En cuanto al hotel, es tan sencillo que lo convierte en muy hogareño, cada habitación cuenta con todas las comodidades y ventanas enormes; algunas tienen terraza para admirar la capital de Querétaro desde una altura privilegiada. Pero sin duda, lo que convierte este lugar en algo sumamente sustentables es que usan energía solar, reducen el consumo de agua en sus baños y toda su comida es elaborada con productos frescos locales.

Celeste del Mar, Oaxaca

Ubicado en la Riviera Oaxaqueña, las cabañas de este alojamiento son el ejemplo perfecto de cómo lo rústica y la elegancia combinan a la perfección. Sus techos hechos de palma y las hamacas se fusionan con la decoración tropical que dan una sensación de estar en el paraíso. Además, el recinto está muy cerca de la playa Mermejita y la ciudad de Mazunte para poder explorar la zona.

El hotel también cuenta con servicios para practicar surf, snorkel, equitación, buceo, pesca, visitar Punta Cometa y Ventanilla, avistar ballenas, liberar tortugas y hacer excursiones por los alrededores. Para los que gustan de recorridos en lancha, la Laguna Ventanilla se convierte en el escenario perfecto para recorrerlo de esta manera y sentir la brisa en el rostro.

Pueblo Bonito, Baja California Sur

El telón de fondo de esta antigua casona es la playa de El Médano, el Arco de Cabo San Lucas y los atardeceres incomparables que ofrece el Mar de Cortés. El resort, de estilo mediterráneo tiene una elegancia casi informal, pero que da la sensación de estar en un hotel cinco estrellas por el servicio y comodidades que ofrece. Por si fuera poco, tiene un sistema de tratamiento de aguas, plantas de energía limpia y sistemas de riego para aprovechar el agua en los espacios verdes.

Por si fuera poco, el hospedaje cuenta con un Programa de Protección de Tortugas cuyo objetivo es preservar esta especie en peligro de extinción, además, ofrece capacitaciones y actividades para educar y concientizar a los viajeros sobre el cuidado del medio ambiente y el respeto a los animales.