Philips Morris tiene otros datos y ataca con vapeo

“En más de 78 países estamos dejando de vender cigarros para sustituirlos por productos alternativos de alta tecnología que permitan a los fumadores adultos cambiar de hábitos y reducir los riesgos por la exposición a las sustancias nocivas presentes en el humo del cigarro. Nuestra meta es poder hacerlo también en México”, dijo en un comunicado. 

El principal daño asociado a fumar no proviene de la nicotina, sino de la combustión. Al eliminar el humo, los productos alternativos al cigarro, como los productos de tabaco calentado y los vapeadores, reducen hasta en 95% la exposición a los tóxicos presentes en el humo del cigarro. 

Más de 60 países regulan, en vez de prohibir, los productos alternativos al cigarro para el consumo de nicotina. Esto incluye, desde luego, a varias naciones firmantes del Convenio Marco para el Control de Tabaco de la OMS. Ejemplos: Dinamarca, España, Francia, Alemania, Bélgica y toda la Unión Europea, así como Reino Unido, República Checa, Rusia, Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda y República Dominicana, entre muchos otros.

Al regular, en vez de prohibir los productos alternativos al cigarro, se reduce el impacto negativo a la salud causado por fumar y en consecuencia se reducen los costos para los sistemas públicos de salud por el tratamiento de enfermedades relacionadas con fumar. 

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Por eso, en países como Nueva Zelanda decidieron, como parte de su política de salud pública, promover activamente la sustitución del cigarro convencional por alternativas sin humo., 

“Las autoridades sanitarias de países avanzados basan sus decisiones en evidencia científica. Esa evidencia demuestra que las alternativas al cigarro son menos nocivas que fumar. Tanto Public Health England (PHE) como el Center for Disease Control and Prevention (CDC) —agencias gubernamentales de Reino Unido y Estados Unidos, respectivamente— han emitido estudios que revelan menores índices de toxicidad entre usuarios de productos alternativos para el consumo de nicotina.

“El Ministerio de Salud del Reino Unido, en particular, ha sido una voz a favor del vapeo como una alternativa al cigarro convencional, y reconoce que para muchos adultos fumadores es más fácil cambiar a una alternativa menos dañina que dejar de fumar por completo. En esa misma línea, se ha lanzado el programa “Swap to Stop”, en el que se regalará un kit de vapeo y se educará en su uso a uno de cada cinco fumadores con el objetivo de incentivarlos a que dejen de fumar cigarros convencionales.

“Hoy Reino Unido mide su tasa de fumadores en 13.3% de la población adulta, el índice más bajo de su historia, y atribuye esta disminución, en gran parte, a vapeadores y cigarros electrónicos”, sostiene la firma.

Y añade: “México puede avanzar hacia un futuro en el que la tecnología ayude a resolver los problemas de salud pública. La sociedad mexicana demanda información oportuna y una discusión abierta, basada en evidencia, para decidir sobre los productos alternativos al cigarro. Nuestro país tiene la gran oportunidad de construir una regulación moderna, que proteja a los menores y a los no fumadores y que, al mismo tiempo, brinde a los 15 millones de fumadores productos alternativos con altos estándares tecnológicos y de control sanitario que los alejen del cigarro convencional. 

“Una regulación estricta evitará el crecimiento de un mercado negro controlado por el crimen organizado. Una regulación estricta permite poner candados sanitarios, comerciales y publicitarios a los productos alternativos al cigarro, para evitar que se encuentren al alcance de los menores y para proteger a los adultos que los utilizan. En el mercado negro no hay vigilancia sanitaria y tanto menores como usuarios se encuentran expuestos a una comercialización irrestricta e irresponsable”, dice.0

Sobre el EVALI, crisis sanitaria que ocurrió en 2019 y se circunscribió sólo a Estados Unidos, los Centros de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) de este país, máxima autoridad en la identificación de enfermedades y agentes causales, concluyeron en enero de 2020 que no existe relación entre dicho padecimiento y el vapeo de nicotina por una sencilla razón: la enfermedad deriva del consumo de acetato de vitamina E, un lípido usado como aditivo en los productos que contienen THC de cannabis, pero no en la nicotina.

Su recomendación fue clara: no usar productos de cigarros electrónicos o vapeo que contengan THC, específicamente aquellas obtenidos de fuentes informales.