Salud digital, la nueva revolución

Esto representa un punto clave para la evolución de la salud digital a nivel mundial. Y como reflejo de este crecimiento y el interés de los pacientes por consumir la salud de forma digital, realizamos una encuesta a 75,480 pacientes de 5 países (Polonia, Italia, España, Brasil y México) a finales de 2020.

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Uno de los insights que arrojó es que, las naciones que tienen hábitos más fuertes de prevención son Brasil y Polonia; de los cuales, un porcentaje de usuarios: 47.5% en Brasil y 36.7% en Polonia manifestaron tener al menos una consulta médica al año sin presentar síntomas, frente a 23.4% de pacientes mexicanos previsores. 

Cuando se les preguntó cómo se habían conectado a la plataforma, 85% de los usuarios respondió que lo hizo a través de sus smartphones. 

Existe una gran brecha digital

Las herramientas digitales pueden conducir a una atención médica empoderadora y accesible que mejore los resultados de salud. Sin embargo, es innegable que aún hay pacientes —e incluso profesionales de la salud— que no tienen acceso a las herramientas de salud digital.

Con base en datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) de 2019, solo el 56.4% de los hogares mexicanos (20.1 millones) tienen acceso a internet, y solo el 44.3% cuentan con una computadora.

Y aunque las consultas a distancia ya representan el 16% de la práctica privada en México, de acuerdo con el estudio de Hábitos Digitales de la Comunidad Médica en México 2021, los gobiernos tienen el gran reto de garantizar el acceso a la salud y lograr que muchas más personas tengan acceso a ella desde la palma de sus manos.

Enfrentar los nuevos desafíos

Además de la brecha digital, otros factores, como la preocupación por la privacidad, la falta de regulaciones o, por el contrario, la sobrerregulación, han dificultado el uso de herramientas digitales en beneficio de la salud. 

Sin embargo, quienes trabajamos en salud digital en México y en el mundo seguimos enfrentando los desafíos actuales de acceso a la atención médica. 

Tanto este servicio como los comportamientos de los pacientes evolucionaron a causa de la pandemia y las nuevas preferencias y prácticas persistirán, lo que nos impulsa a robustecer los modelos de atención para que sigan siendo relevantes.

Invertir en salud digital favorece a todos: a los pacientes les permite acceder a una atención más oportuna y conveniente, así como mejorar su experiencia con una atención más preventiva, personalizada y participativa; a los médicos los apoya en la toma de decisiones clínicas, los mantiene cerca de los pacientes aun en tiempos de confinamiento y los libera de realizar tareas repetitivas gracias a la automatización.