Ante la obesidad, el principio de Ockham

Destacado Ante la obesidad, el principio de Ockham

La siguiente anécdota la voy a titular como: el día que el alumno le dio clase al maestro. Resulta que durante una actividad en el aula en la que quise hablar de los problemas relacionados con un paciente con obesidad, fui yo el que recibió la lección.

Los alumnos me dieron una cátedra sobre la corrección política para evitar ofender a personas. Aprendí que es un error relacionar la obesidad como una enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Atención, no se refiere a ésta como “enfermedad”, simplemente relaciona que aumenta el riesgo de presentar alguna enfermedad. 

Ese argumento bastó para plantear un interesante debate: ¿por qué tratar con medicamentos la condición de obesidad si no es una enfermedad? 

Para empezar, la obesidad se considera un problema multifactorial, donde se incluyen causas tanto genéticas como ambientales (usos y costumbres).

De manera general se acepta que la mayoría de las personas que viven con obesidad es causada por un desbalance calórico positivo, es decir, ingresa más energía por medio de los alimentos que la que se utiliza el organismo a través del ejercicio y actividades de la vida cotidiana.

También puedes leer. Tu corazón de te hablahttps://revistafactorrh.com/pareja-saludable/item/10207-tu-corazon-te-habla

Esto conlleva a que se almacene energía en forma de tejido adiposo (grasa). Para dejar esto claro, presento la siguiente conclusión; la mayoría de las personas que viven con obesidad es resultado de malos hábitos como la falta de ejercicio y el exceso en la alimentación. 

En junio de 2021, la OMS estimó que, en el 2016, el 13% de la población mundial vivía con obesidad y en general el panorama no es alentador para los próximos años. Como ya lo explicamos, la obesidad es un factor de riesgo para enfermedades, principalmente no transmisibles, como las cardiovasculares, la diabetes, los trastornos del aparato locomotor y algunos cánceres. 

En los últimos meses ha corrido la noticia a nivel mundial sobre ciertos medicamentos destinados a personas que viven con Diabetes Tipo 2 (DM2) y sus efectos en favor del control de peso. La DM2 en las personas se relaciona con la insuficiente producción de insulina o la resistencia a la misma, esto último provoca altos niveles de glucosa en sangre que no logran llegar a las células y ser utilizada como energía por éstas.

De una u otra manera, estos fármacos estimulan la producción de más insulina en el cuerpo, por lo tanto, la insulina adicional que se produce ayuda a reducir los niveles de glucosa en la sangre. Además, estos medicamentos favorecen la sensación de saciedad lo cual se traduce en comer menos. En definitiva, se trata de un avance en la batalla contra las enfermedades crónico-degenerativas no transmisibles y sus causas, pero no todo lo que brilla es oro. 

Consideremos la ley de causa y efecto la cual se explica más o menos así: toda acción provoca una reacción, una consecuencia o un resultado. Hasta este punto es un principio obvio, pero no pasemos por alto que tales efectos, resultados o consecuencias pueden o no ser favorables para el paciente. 

La segunda mitad del título de este escrito hace referencia a otra ley o principio, el de Ockham, el cual se resume más o menos así; en igualdad de condiciones la solución más sencilla es probablemente la correcta. Considerando que la obesidad es una de las principales causas de problemas médicos, diremos que la solución que buscamos es hacia esta acumulación excesiva de tejido adiposo. De este modo podemos plantear el “problema” y ahora vienen las soluciones: medicamento versus estilo de vida saludable. 

Como expuse párrafos anteriores, la obesidad en la mayoría de las personas se relaciona con el estilo de vida, misma que puede evitarse teniendo hábitos considerados saludables, como hacer ejercicio, moderar la alimentación, descansar, hidratarse, meditar, socializar y más.

Al final hablamos de un estilo de vida saludable, el cual nos acompañará toda la vida. Si descuidamos lo que sabemos que nos hace bien por favorecer aquello que nos gusta, pero no siempre no hace bien, es que caeremos en el círculo vicioso de: ante problemas prevenibles, soluciones radicales.  

Ek autor es miembro del Consejo Consultor de Nutriólogos de Herbalife.

Modificado por última vez enJueves, 21 Septiembre 2023 18:29

Deja un comentario

Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.

logo-nosotros

RH Editores produce y comercializa la revista de Salud Factor RH. La edición es mensual.

Correo de publicidad: