Sin berrinches a la hora de comer

A medida que van creciendo, los niños pequeños se vuelven más independientes y comienzan a tornarse más caprichosos en lo que respecta a los alimentos. Es muy común que empiecen a despreciar alimentos que les encantaban o que su apetito cambie drásticamente de un día para el otro. Después de los 2 años, el ritmo de crecimiento se reduce un poco, lo que por lo general redunda en una disminución del apetito y en torno a esta edad los niños empiezan a advertir que rehusarse a comer constituye un arma poderosa y una buena forma de llamar la atención.

La leche materna como "primera vacuna"

Al nacer un bebé este queda expuesto a todos los agentes externos que antes no le afectaban al estar dentro de su madre. Para ello, los recien nacidos necesitan tener un sistema inmune fuerte. El alimento que más complementa y proporciona anticuerpos para protegerles es la leche materna, gracias al alto contenido de inmunoglobulina A que posee.

Perder peso… sin rebote

Todo aquél que haya hecho una dieta en serio, es decir, que haya acudido con un especialista o llevado a cabo un plan de alimentación, actividad física, seguimientos durante la pérdida de peso, etcétera, sabe que no es tan fácil. Pero es aún menos fácil mantener esos kilos perdidos. Porque usted sabe que no se trata de hacer solo lo que decía la hoja del plan, muchas veces llega uno al peso meta, ¿y luego? ¿Hay que seguir comiendo como en ese plan para siempre? ¿Cuánto ejercicio debo hacer? ¿Por qué si ya perdieron peso, casi todo mundo dice que va a “rebotar”?

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