Abrázalos en verano

Para este periodo, algunas de acciones que pueden fortalecer el vínculo emocional con tus hijos y permitirles vivir momentos inolvidables mientras aprenden y se divierten son.

Estimula su intelecto y mejora su conocimiento general armando rompecabezas, resolviendo trivias y practicando juegos de mesa como el ajedrez o las damas chinas.

Da rienda suelta a su creatividad impulsándolo a realizar actividades artísticas como dibujar, pintar o escribir; no juzgues sus habilidades y permite que exprese libremente sus gustos personales.

Realicen actividades físicas en conjunto como practicar futbol, basquetbol o cualquier otro deporte que les ayudarán a su desarrollo físico y mental, permitiéndoles mantenerse en forma mientras se divierten.

Convivan con la naturaleza disfrutando del campo, la playa o la montaña. El convivir con animales y plantas los ayudará a despertar su curiosidad por el mundo y aprender la importancia de cuidar de ellos.

Aprender y practicar un idioma extranjero como el inglés no solo les ayudará a desarrollar una relación sólida en torno al aprendizaje, sino que les preparará para triunfar en el futuro.

Varios estudios concuerdan en que un mayor involucramiento de padres y madres en la educación de sus hijos es altamente positivo, pues les ayuda a tener un coeficiente intelectual más alto, un mejor desempeño académico y un desarrollo social y emocional superior.

Estos esfuerzos por parte de los padres para inculcar una segunda lengua pueden reforzarse a través de cursos de verano, ideados para invertir el tiempo necesario, sin quitarle valiosos momentos a las vacaciones

Una de las alternativas es el que imparte el Centro de Enseñanza del British Council en México, dedicado a niños de entre cuatro y 14 años, el cual se lleva a cabo del 23 de julio al 10 de agosto y permite elegir la duración del mismo (entre una y tres semanas).

Este año, la temática será “Extraordinary Voyages”, mediante la cual los niños aprenderán sobre los usos y costumbres de remotas regiones del mundo, enriqueciendo su vocabulario mediante la lectura de obras clásicas como Simbad el Marino o La Vuelta al Mundo en 80 días.

“Incentivar el dominio de una segunda lengua a una edad temprana mediante actividades como el juego, el canto, las manualidades o la lectura, tiene múltiples beneficios, como fortalecer el vínculo entre padres e hijos”, señaló Keri Craig, directora del Centro de Enseñanza de la institución.