Tratamiento integral, la salida
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De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo, y está aumentando especialmente en los países en desarrollo, donde la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas.
En México, de acuerdo con el INEGI, la incidencia en 2014 fue de 28.75 nuevos casos por cada 100 mil mujeres de 20 años y más; en 2013 se presentaron cerca de 5,902 defunciones, es decir, al día mueren aproximadamente 16 mujeres por cáncer de mama.
El cuidado y tratamiento del cáncer de mama puede ocasionar gastos considerables a una familia, es por ello qué desde la creación del Seguro Popular y el Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos (FPGC), es posible que el día de hoy las mujeres con cáncer de mama tengan acceso a diagnósticos, tratamientos, y medicamentos para mejorar su calidad de vida.
El Consejo de Salubridad General, actualizó recientemente el protocolo técnico de atención para Cáncer de Mama, incluyendo nuevas terapias que actualmente comprueban beneficios para las pacientes en todas las etapas, sin embargo, es necesario que Seguro Popular garantice que el tratamiento esté disponible en los hospitales acreditados de todos los estados del país.
El acceso a tratamiento en pacientes con cáncer es una cuestión de vida o muerte. Mientras más tarde, mayor es la probabilidad de que la enfermedad progrese y disminuyan las posibilidades de supervivencia.
“Hoy en día, el tratamiento de este padecimiento debe contemplarse de manera integral, considerando el aspecto físico y el ámbito psicológico. Los servicios de salud deben prever consejería y acompañamiento emocional en las distintas etapas desde, prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama”, dijo Isabelle Aloi Timeus, presidente de Salvati A.C. miembro de Juntos Contra el Cáncer.
El tratamiento para el cáncer de mama tiene mayor impacto en la etapa temprana, donde potencialmente puede evitar que la enfermedad se propague a otras partes del cuerpo (metástasis).
Por lo tanto, cada año que transcurre sin acceso a tratamientos nuevos y potencialmente más efectivos, puede traducirse en un sinnúmero de pacientes que podrían perder la oportunidad de una mejor posibilidad de curación.
