Empleo, esencial para el crecimiento

El impulso del mercado laboral es una premisa necesaria para que la economía de una nación pueda desarrollarse en su conjunto, tomando como base que el empleo es un aspecto esencial para el crecimiento de los ciudadanos.
 
Estas son dos consideraciones que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) refiere en el estudio Empleos para crecer, para explicar el funcionamiento del mercado laboral en América Latina y El Caribe.
 
Empleos para crecer propone una serie de medidas para el crecimiento de las personas a través de trayectorias laborales exitosas, en especial con el logro de más empleos de calidad y mayor productividad.
 
El BID considera que, si bien la región de América Latina y el Caribe ha vivido una etapa de desarrollo económico que se ha traducido en una sustancial reducción del desempleo, la mayor parte de los empleos siguen en la esfera de la informalidad, lo cual se traduce en carecer de acceso a los beneficios de la seguridad social, además de que los empleos son “altamente inestables… con potenciales efectos sobre el bienestar y la productividad”.
 
Para este organismo internacional, existe un círculo vicioso en el que la inestabilidad laboral, la baja inversión en capital humano, la informalidad y la baja productividad son algunos de los elementos cruciales que frenan la generación de mejores empleos, y que se reflejan principalmente en tres ejes.

El primero es la formalidad laboral es costosa respecto a la productividad, segundo, las relaciones laborales son frágiles y, por ello, desalientan la capacitación y, tercero, la informalidad incide en la búsqueda de un empleo mejor.

GINgroup, que preside Raúl Beyruti Sánchez, fortalece el empleo con programas de capacitación permanentes, así como la alternativa de contar con prestaciones superiores a las que establece la ley, de esta manera se hace un círculo virtuoso que deriva en abatir la rotación, ya que al existir empleos formales y de calidad, se da una mayor permanencia en los puestos de trabajo.

“Es relevante considerar que las economías más productivas y competitivas son las que cuentan con un mercado laboral robusto en todas sus dimensiones, lo que incluye la capacitación y la formación, así como el acceso a los componentes mínimos de bienestar social, en GINgroup somos fuertes impulsores de generar empleos de calidad y formales, como un aspecto importante de progreso”, aseguró Beyruti.

El estudio del BID precisa que una trayectoria de éxito implica una buena entrada de los jóvenes al mercado laboral vía un trabajo formal que, además, coincida con sus aspiraciones y formación, lo que implica la formación permanente en el sitio del trabajo como una estrategia para incrementar la productividad y preservar y aumentar la empleabilidad.

Esto último significa también que, si el trabajador llega a perder involuntariamente su empleo, posteriormente logre emplearse de forma rápida y efectiva en un trabajo formal, es decir, se recupere una trayectoria laboral de éxito.

Asimismo, empleos para crecer precisa que la rotación en la región es alta, ya que aproximadamente un 30% de los trabajadores no está en el mismo empleo al cabo de un año.

Frente a ello, propone dos grandes objetivos para solucionar los problemas de inestabilidad, informalidad y poca productividad del mercado laboral: mejorar las oportunidades de inserción en empleo formal y promover una estabilidad laboral productiva en el puesto de trabajo.

El documento del BID destaca que la región de América Latina y El Caribe presenta el reto de crear mejores empleos, tarea que se hace más complicada cuando se cuenta con una fuerza laboral cuya escolarización y formación básicas son deficientes.

Además, plantea dos políticas. La primera de ellas busca aumentar e igualar las oportunidades de acceso a empleos formales, donde se sitúan líneas de acción para facilitar la inserción en el primer empleo y dotar tanto a empleados como a empleadores de información, con el objetivo de ayudarlos a lograr sinergias. Por otra parte, acciones que apoyen a los trabajadores en periodos de desempleo y una regulación sobre contratación y despido.

La segunda propuesta, considera impulsar políticas que promuevan la estabilidad laboral productiva a través de restricciones al despido y de formación a lo largo de la vida.

 

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