Orgasmo femenino ¿Cómo alcanzarlo?

Existen muchos estudios e investigaciones que aseguran que el orgasmo femenino es una combinación muy compleja entre el funcionamiento orgánico de nuestro cuerpo, la madurez de nuestro cerebro así como la estimulación que recibimos. Pero para descubrir cómo alcanzarlos, es necesario primero conocer cómo funciona nuestro cuerpo.

El orgasmo y nuestro cerebro

De acuerdo con estudios realizados por resonancia magnética funcional, en la Universidad Rutgers en New Jersey, Estados Unidos, publicado por la BBC Future,  las diferencias en el cerebro pueden explicar por qué hombres y mujeres experimentan el seco de forma tan diferente, a pesar de esto, en los resultados se comprobó que ambos muestran la misma actividades cerebral durante un clímax.

El doctor Barry Komisaruk , líder del proyecto, analizó el comportamiento del cerebro en el momento del orgasmo, donde descubrió que pese a que las experiencias son diferentes, ambos muestran la misma actividad neural durante el orgasmo.

"Las similitudes entre hombres y mujeres durante el orgasmo son mayores que las diferencias. Lo que vemos es una activación generalizada del cerebro. Básicamente, todos los sistemas empiezan a funcionar".

Otra observación importante, es que el comportamiento después del orgasmo si es diferente, ya que hombres y mujeres reacciona de forma diferente después del climax.

El investigador pudo corroborar que ciertas regiones específicas del cerebro masculino no responden a la estimulación de los genitales en el momento inmediatamente posterior al orgasmo, mientras que el cerebro de las mujeres continúa activo, lo que puede explicar por qué las mujeres tienen múltiples orgasmos y los hombres no.

Además mientras el pene tiene solo una ruta para transportar sensaciones al cerebro,  el aparato genital femenino tiene tres o cuatro.

El orgasmo y nuestro cuerpo

Uno de los centros clave de la sexualidad femenina es el clítoris: un cuerpo pequeño, carnoso y eréctil, que sobresale en la parte más elevada de la vulva.

No fue sino hasta el siglo XVI que el clítoris comenzó a ser descrito como una estructura física propia común a todas las mujeres, con la función de causar placer.

La vagina y el clítoris tienen distintas rutas para transportar las sensaciones hacia el cerebro.

Si bien Sigmund Freud reconocía al menos que las mujeres pueden experimentar orgasmos, él creía que los orgasmos vaginales sustituían a los alcanzados mediante la estimulación del clítoris en las mujeres maduras.

Según Komisaruk, los nervios que transmiten al cerebro las sensaciones del clítoris son distintos a los nervios que hacen lo mismo desde la vagina.

Orgasmo por clítoris o punto G

Descrito en 1950 como una zona erógena en la pared frontal de la vagina, estudios posteriores revelaron una protuberancia formada por vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas y restos de la próstata femenina en la misma zona, y sugirieron que en una minoría de mujeres, su estimulación puede dar lugar a orgasmos y a la liberación de una pequeña cantidad de fluido de la uretra que no es orina.

Imágenes de resonancia magnética recientes revelaron una estructura grande y protuberante de cerca de 9 centímetros de largo, posicionada alrededor de la parte externa de la vagina y hacia arriba dentro de la pelvis al lado de la uretra.

Esta complejidad puede explicar por qué ha sido tan difícil probar o negar la existencia del punto G, no es fácil estimular de forma aislada la pared frontal de la vagina.Es muy probable que al hacerlo se esté frotando también la parte interna del clítoris y la uretra.

Rachel Pauls, uro-ginecóloga de Ohio, EE.UU., investigó si la ubicación y el tamaño del clítoris en mujeres saludables influyen en la facilidad para alcanzar el orgasmo vaginal durante el coito.

El equipo de investigadores liderado por Pauls descubrió que cuanto más pequeño y más lejos de la vagina está el clítoris, más difícil es alcanzar el orgasmo.

En su conjunto, los estudios mencionados anteriormente apuntan a que hay múltiples caminos para que las mujeres experimenten un orgasmo, ya sea a través de la estimulación vaginal, del clítoris o ambas a la vez.

Otros estudios llevados a cabo por Komisaruk revelaron que las proyecciones de diferentes regiones del aparato genital femenino convergen en la misma región general del cerebro pero en áreas diferentes.

"Hay una buena base neuro-anatómica para las distintas clases de orgasmos y los diferentes tipos de sensaciones", dice el científico.

"Esto podría explicar por qué la combinación de la estimulación vaginal, de la cérvix y el clítoris parece producir estos orgasmos más intensos, complejos y placenteros que describen las mujeres".

Aunque argumentó que las mujeres que no tienen orgasmos por penetración vaginal, no deben preocuparse ya que siempre está la opción del clítoris, y es perfectamente normal.

Modificado por última vez enViernes, 22 Abril 2016 08:04

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