Salud mental y pensamientos suicidas
- Escrito por Redacción
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Los profesionales de la salud están siendo especialmente afectados, debido al exceso de trabajo y la gran exigencia que implica el tratamiento de pacientes con Covid. Creer que no se logra un impacto positivo en ningún aspecto de la vida puede inducir a tener pensamientos suicidas.
Del mismo modo, la falta de autoestima, una situación económica complicada, sentirse socialmente apartado o segregado y la necesidad de sentir que somos importantes para los demás son factores de riesgo. De hecho, muchas personas creen que si atentan contra su vida nadie va a extrañarlos o necesitarlos.
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Algunos signos de advertencia que nos indican si alguien está pensando en el suicidio, son trastornos del sueño, percepción de estar solo y que nadie entiende por lo que se pasa, problemas económicos y una mala relación con las personas con las que se convive a diario.
Francisco Díaz, psicólogo miembro de Doctoralia, nos detalla las causas, los factores de riesgo y cuáles medidas podemos poner en ejecución para prevenir el suicidio. “Lo primero que contribuye a que una persona quiera atentar contra su vida es que sienta que nada de lo que haga va a cambiar la difícil situación por la que está pasando. Problemas laborales, familiares, de pareja y personales suelen verse mucho más grandes de lo que son y se siente que la muerte es lo único que va a arreglar las cosas.”
Asimismo, el impacto de la pandemia está agravando la situación de indefensión de muchos afectados por ella, y está perjudicando la salud mental de muchas personas, debido al aumento de la angustia, ansiedad y depresión, además de otros factores como la violencia, el abuso de alcohol y otras sustancias; así como la sensación de pérdida. Todo esto puede conducir a que se decida terminar con la propia vida.
“El consumo de alcohol, tabaco y marihuana aumentó de manera exponencial durante la pandemia, debido a que da una especie de sentimiento de libertad; sin embargo, cuando ya no es una sensación placentera aumenta el riesgo de vivir episodios violentos o depresivos en casa”, concluyó.