El enemigo silencioso en la salud
- Escrito por Redacción
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La hipertensión es una enfermedad cardiovascular crónica degenerativa, estrechamente ligada al sobrepeso, la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2, dislipidemias y al tabaquismo.
Es conocida en el mundo como “la asesina silenciosa" porque daña sigilosamente los vasos sanguíneos convirtiéndose en un factor de riesgo para desarrollar accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal y enfermedades coronarias que pueden desencadenar en la muerte.
En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 (ENSANUT), el 18.4 % de los mexicanos de 20 años o más padece hipertensión arterial; los estados con más incidencia de este padecimiento son: Campeche, Sonora, Veracruz, Chihuahua y Coahuila. Y de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) la hipertensión causa más de 50 mil muertes al año.
Existen diferentes enfoques en el tratamiento para la hipertensión, desde cambiar el estilo de vida que incluye llevar una dieta baja en sodio, realizar una actividad física regular, mantener un peso saludable, etc., pasando por el tratamiento farmacológico hasta lo más reciente como lo es la cirugía bariátrica – metabólica, que ha mostrado avances significativos como coadyuvante en el manejo hipertensivo de pacientes con obesidad.
Así lo demostró Gateway, estudio realizado y coordinado por el Dr. Carlos Aurelio Schiavon en el Hospital del Corazón de Brasil (HCor) y financiado por Ethicon® (franquicia de Johnson & Johnson Medical Devices – JJMD –).
El estudio reveló la eficacia de la cirugía bariátrica - metabólica para la reducción paulatina de la necesidad de medicamentos en el control de la hipertensión arterial en la mayoría de los pacientes con obesidad mórbida.
Este ensayo clínico aleatorizado incluyó entre 2012 y 2016 a 100 pacientes con hipertensión, de entre 18 y 65 años, y con un índice de masa corporal entre 30.0 y 39.9 kg/m2. En el plazo de un año después de la cirugía, más de la mitad (51%) entró en remisión total y no necesitó de ningún fármaco.
En el grupo que utilizó otras terapias médicas, sólo el 12.8% de las personas pudieron reducir el uso de medicamentos para hipertensión en un 30%. Además, ninguno de los pacientes que utilizaron sólo fármacos logró entrar en remisión de la enfermedad durante los 12 meses de prueba.
Los pacientes quirúrgicos perdieron el 29% del exceso de su peso corporal, en comparación con la pérdida de peso de menos del 1% para el grupo de terapia médica aislada. Se observó una mejora significativa en el perfil lipídico, así como la reducción de riesgo cardiovascular en el grupo quirúrgico.