Amistad, aliada de la salud mental

En todas las etapas de nuestra vida necesitamos amigos, desde la infancia en donde empezamos el proceso de socialización hasta la tercera edad. Los seres humanos, necesitamos la mirada del otro, lo más grave que nos puede suceder es caer en la indiferencia y en la frialdad, lo cual nos empobrece emocionalmente.

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A lo largo de la adolescencia que aproximadamente inicia durante la enseñanza media superior y concluye durante la vida universitaria, la amistad juega un papel importante en la construcción de la identidad. En esa etapa, los amigos son fundamentales ya que cumplen la función de alter egos. 

A partir de identificaciones los jóvenes van definiendo su identidad y paralelamente se da el proceso de separación- individuación de sus padres. Esto lo vemos reflejado en la necesidad que manifiestan los jóvenes de reunirse en grupos de pares que son su reflejo, donde se construyen nuevas ideologías y se comparten intereses.

La vinculación entre pares permite que se desarrolle empatía, solidaridad, compañerismo, respeto y tolerancia hacia los demás.  En las relaciones de equidad, no solo se generan vínculos de fraternidad, sino que también surgen relaciones de pareja.  El desarrollo más sano de estas relaciones es cuando sus integrantes son independientes y han logrado tener una identidad, se unen para compartir y enriquecerse mutuamente. Cuando los vínculos se basan en la dependencia, en la demanda y voracidad, resultan patológicos. 

En ocasiones el concepto de amigo se confunde creyendo que uno debe tolerar conductas y acciones que pueden afectarnos emocionalmente e incluso ponernos en riesgo. La autoestima es un factor fundamental para construir vínculos sanos. Si yo me aprecio y me respeto, no permitiré que nadie me haga daño ni me falte al respeto porque sé que soy valioso. Si alguna persona te violenta, no respeta tus límites o te somete eso no es amistad.

La amistad es un indicador de salud mental debido a que indica la capacidad que tiene una persona de vincularse de manera empática.  Una persona que envejece enriquecido de amigos, quiere decir que tuvo una vida sana.

Cuando perdemos a un amigo porque ya no tenemos intereses comunes, quiere decir que uno evolucionó y el otro no. Sin embargo, cuando tienes un vínculo de amistad que está vigente y la persona fallece, es un tema de alto impacto y es muy doloroso porque te confronta con tu propia muerte.  Todo depende de la calidad y de la profundidad del vínculo.  La amistad no es tener cuates, es tener amigos con quienes compartir y desarrollar vínculos profundos en diferentes etapas de la vida. 

El autor es Directora de la Licenciatura de Psicología de la Universidad Intercontinenta.