Dulces: mitos del consumo

El también integrante del Grupo Académico Hablemos Claro, expuso que se cree que el sobrepeso u obesidad se deben a comer dulces y golosinas, pero “recordemos que no existen alimentos malos, sino que debemos cuidar la cantidad que comemos y el tamaño de las porciones para procurar un equilibrio”.

Y es que en el marco de llamado “Día del Amor y la Amistad” se regalan dulces y chocolates, alimentos a los que la Norma Mexicana define como el producto homogéneo elaborado a partir de la mezcla de dos o más ingredientes: el licor de cacao, manteca de cacao, adicionados con azúcares o edulcorantes.

El también educador en diabetes por la Universidad La Salle y el Centro de Orientación Alimentaria (COA), agregó que se sabe que sustancias del cacao ayudan a relajar las arterias lo cual reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares. “En el caso de las personas preocupadas por el consumo de azúcar también debemos mencionar que existen nuevas opciones con sustitutos adicionados”.

Dichos sustitutos se utilizan para disminuir el contenido de azúcar en los alimentos, además de apoyar en los programas de control de ingesta calórica para controlar el peso corporal; es decir, son considerados una opción segura para endulzar los alimentos sin aportar calorías.

Es importante destacar que los sustitutos del azúcar o edulcorantes no calóricos son de alta densidad; esto es que tienen un mayor poder endulzante que el azúcar, por lo que se utilizan en pequeñas cantidades para añadir sabor y todos han sido sometidos a evaluaciones rigurosas por parte de diferentes agencias de regulación a nivel global, para un consumo seguro.

Con estas opciones podemos disfrutar de los sabores pero es recomendable buscar la asesoría de un nutriólogo y consultar la tabla nutrimental de los alimentos –en este caso de las golosinas– que consumimos, pues con ello podremos controlar mejor las porciones para mantener una buena alimentación.