Alimentación, entorno, estado de salud, medicamentos… son muchos los factores que, para bien o para mal, influyen en la composición de la microbiota intestinal.

La Navidad y Año Nuevo son fechas en las que muchas personas acceden a una gran variedad de alimentos y bebidas, pero es muy importante no bajar la guardia en mantener una nutrición saludable. Pongamos atención en los niños, quienes requieren reforzar su sistema inmunológico, para disminuir los contagios de virus.

A la nutrición del atleta se le conoce como el entrenamiento silencioso, debido al rol que juega en la preparación física. La nutrición es el componente presente en los alimentos en forma de carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales, los cuales serán asimilados por nuestro organismo y utilizados para obtener energía, reparar tejidos, procesos metabólicos y hasta influir en el sistema inmunitario, pero si combinamos la nutrición en el antes, durante y después de la actividad física, obtendremos beneficios provenientes de los nutrientes, los cuales no lograríamos en un estado de inactividad física.

En un entorno donde la publicidad engañosa en bebidas y alimentos procesados juega en contra de la salud de la población, las familias mexicanas tienen en reto de entender y adoptar el nuevo Etiquetado Frontal de Advertencia como una medida para mejorar sus decisiones alimentarias y, por ende, beneficiar su salud.

La prevalencia de alergia alimentaria parece estar creciendo en el mundo. La data sugiere que la alergia alimentaria mediada por inmunoglobulinas IgE, afecta al 10% de los niños pequeños en algunos países.

Cuando pensamos en establecer nuevas metas o retos, generalmente la fecha de inicio es el primer día de un nuevo mes o el primer día de la semana laboral. Si buscamos mejorar en el terreno nutrimental y llevar una dieta correcta, la propuesta del “lunes sin carne” o “meatless monday”, puede ser parte de ello.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que un adulto necesita consumir al menos 25 gramos (g) de fibra al día, sin embargo, en promedio, los mexicanos ingieren entre 16 y 18 g diariamente, es decir, entre 9% y 7% debajo de lo que requiere una dieta correcta.

Las enfermedades crónicas, en la población mexicana, están provocando una crisis en el sector público, tanto financiera, como de atención de los padecimientos. Pero ¿qué salida tiene el país, para contener esta avalancha? la respuesta es la nutrición en los primeros mil días de vida.