Con mural, reconocen labor del INER durante pandemia
- Escrito por Redacción
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En el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) “Ismael Cosío Villegas” se develó el mural “Por la hazaña de seguir respirando”, para rendir honor al personal de salud de esta institución por su trabajo, entrega y compromiso con la vida de las y los pacientes atendidos durante la pandemia de Covid-19.
Esta obra marca también la conclusión de una década de gestión del exdirector general, Jorge Salas Hernández, quien el 30 de junio dejó la titularidad de esta dependencia, y a quien tocó enfrentar los retos que implicó la pandemia por el virus SARS-CoV-2 que inició en 2020 y hasta la conclusión de su cargo el 30 de junio.
El INER es referente en la atención de Covid-19 y durante la crisis sanitaria sumó esfuerzos con la Cruz Roja Mexicana, que instaló un hospital de campo móvil dentro del estacionamiento del instituto, donde se brindaron servicios durante 28 meses.
Cabe hacer mención que el primer paciente en México con Covid-19 fue diagnosticado en el INER el 28 de febrero de 2020, y en este centro hospitalario no ocurrieron decesos por esta causa entre el personal que trabajó durante la pandemia.
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El mural es un abordaje integral del personal de salud del instituto que afrontó la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2; fue develado ante un centenar de personas invitadas en la Unidad de Urgencias Respiratorias del INER y forma parte del acervo cultural de esta institución que está conformada por varias obras.
Exalta la labor interdisciplinaria y en equipo de las y los profesionales de medicina, enfermería, inhaloterapia y neumología, entre otros, a través de un viaje al interior del sistema respiratorio humano. El trabajo pictórico se suma al acervo cultural del INER, ligado al arte y la funcionalidad arquitectónica.
La mirada y voluntad solidaria de varios creadores que dedicaron su trabajo como muestra de la admiración al personal de primera línea que afrontó el reto de cuidar la vida ajena y propia dentro del INER motivó a la Coordinación de Arte y Cultura a promover una nueva oportunidad para la divulgación del arte y la ciencia.
Los retos personales y profesionales que implicó este mural se realizaron exitosamente con el apoyo de todas las áreas que conforman el INER, por iniciativa del titular de la Unidad de Urgencias Respiratorias, Cristóbal Guadarrama Pérez.
Esta expresión artística es creación del diseñador en Comunicación Gráfica, David Rodríguez Santiago, quien formó parte del personal del instituto en la Unidad de Urgencias durante la pandemia, además de la colaboración de los exalumnos egresados de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Nayeli Maturano Hernández y César Sandoval Santiago.
La divulgación del arte y la ciencia fue concebida desde la creación del INER, ya que en el diseño y la construcción del entonces Sanatorio para Tuberculosos de Huipulco —Tlalpan, 1929— trabajaron de forma conjunta el arquitecto mexicano José Villagrán García y el especialista médico Ismael Cosío Villegas.
La edificación original del INER es la obra arquitectónica en pie más antigua del arquitecto José Villagrán García, un profesional apasionado de la tendencia funcionalista que maravillaba al mundo y a México, quien se convirtió en experto en arquitectura hospitalaria y referente mundial en la materia.
Cabe destacar que el INER cuenta con un espacio artístico llamado “Las rejas del arte”, que se ubica a pie de calle sobre Calzada de Tlalpan y fungió como aparador emocional expresivo de lo que esta institución debía transmitir con leyendas como “Fuimos la terapia intensiva de México. Ello dejó una huella en nuestra vida…”, escrita por el titular de la Unidad de Urgencias Respiratorias.
El instituto cuenta con una arquitectura que fomenta la expresión artística, posee un estilo de amplios pabellones, con largos pasillos y techos de cuatro metros de altura; galerías para pacientes recubiertas con ventanas de cristal y persianas venecianas, así como algunos elementos arquitectónicos de los grandes sanatorios antituberculosos estadounidenses y europeos.
En sus jardines se observa una arquitectura horizontal inerte; líneas rectas dominantes y perfecta armonía en los pasillos, columnas y ventanas; una colección de obra de arte monumental expuesta al aire libre, y la destacada torre del tanque de agua que suministra el vital líquido a todo el INER.