Cuídate de los males respiratorios

Desde finales del 2015 y principios del 2016 se ha visto un aumento de los niveles de contaminación ambiental en el Valle de México, mismos que llegaron en marzo pasado a un nivel crítico.

A pesar de las medidas impuestas por el gobierno para restringir la circulación vehicular y controlar la polución industrial, la mala calidad del aire mantiene la alerta de salud en población general y, sobre todo, en niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias, situación que tiende a ser permanente por un buen tiempo.

Sólo en la Ciudad de México y su área metropolitana se registran 22 mil 500 fallecimientos anuales por contaminación atmosférica y de continuar en niveles superiores a los 100 puntos IMECA, como se ha venido registrando, esa tasa podría crecer hasta 19%.

Si bien hay muchos contaminantes que afectan la salud de los ciudadanos, la Secretaría de Salud capitalina indicó que las partículas suspendidas (sólidos diminutos compuestos por materia orgánica como plomo, zinc, carbono, polen, esporas, etc.) y el ozono (gas extremadamente tóxico) son los más preocupantes en la megalópolis y otras urbes del país como Guadalajara, Monterrey, Tijuana y Puebla, pues están asociados a procesos infecciosos por microorganismos, inflamación de las vías respiratorias, depresión del sistema inmune, crisis asmáticas y complicaciones en adultos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Ante esa situación, el Dr. Jorge Iván Rodríguez Martínez, neumólogo adscrito al Centro Médico Coyoacán, indicó que es fundamental que quienes viven con esos padecimientos tome sus precauciones, especialmente durante los periodos de contingencia ambiental, que es cuando hay una mayor exposición al ozono y, por ende, una reducción en la función pulmonar, lo que ocasiona mayor número de exacerbaciones o empeoramiento de síntomas como falta de aire, tos y flemas, siendo el principal motivo de ausentismo laboral, escolar, consultas, urgencias, hospitalizaciones, discapacidad, carga económica y muerte prematura.

En ese sentido, sugirió atender oportunamente cualquier cuadro infeccioso que afecte su salud. Los pacientes con asma o EPOC no deben interrumpir su tratamiento de terapia inhalada con tiotropio, el broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada con más de 10 años de experiencia clínica que está considerado el “estándar de oro” en la atención de estos padecimientos en el sector salud.

Explicó que la broncodilatación, la cual debe llevarse a cabo con un dispositivo inhalador ideal que facilita la administración del tiotropio, es *piedra angular* en el control y pronóstico positivo tanto del asma como de la EPOC, ya que alivia los síntomas, reduce significativamente el riesgo de una exacerbación grave, aumenta la tolerancia al ejercicio y mejora la calidad de vida del paciente, particularmente en épocas de variaciones climáticas y atmosféricas como las que se están presentando por fenómenos como el calentamiento global, lluvias y sequías.

Asimismo, sostuvo que aunque no padezcan alguna enfermedad los niños, ancianos y mujeres embarazadas son también un grupo vulnerable a la contaminación y pueden desarrollar, además de asma y EPOC, otros problemas como rinofaringitis, rinitis alérgica, otitis, bronquitis, neumonía, cáncer de pulmón y arritmias cardiacas.

 

 

Modificado por última vez enMartes, 19 Abril 2016 13:40

Deja un comentario

Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.

logo-nosotros

RH Editores produce y comercializa la revista de Salud Factor RH. La edición es mensual.

Correo de publicidad: