Cada segundo cuenta: La vida de un paciente con cáncer colorrectal
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El cáncer es una enfermedad que trae dolor físico y sufrimiento emocional, tanto para pacientes como para sus seres queridos.
Vivir con cáncer colorrectal, conlleva una serie de complicaciones que en muchas ocasiones no se conocen, a pesar de que este padecimiento es una de las 10 principales causas de muerte por cáncer en México, de acuerdo con cifras del INEGI, así lo dio a conocer el doctor Hugo Barreto, Gerente Médico de la Unidad de Negocio de Oncología de Merck.
Cuando a una persona se le diagnostica cualquier tipo de cáncer su situación cambia por completo. En ocasiones, el paciente tiene que dejar su trabajo y pierde su autonomía, por lo que el apoyo de la familia se vuelve fundamental, pues será quien lo acompañe y ayude a vigilar que cumpla con su tratamiento, que no esté sometido a estrés y que tenga las medidas preventivas para evitar eventos adversos. Adicionalmente, puede resultar benéfico para la familia y el paciente tener apoyo psicológico y nutricional para complementar su cuidado y bienestar.
Dependiendo del avance de la enfermedad, el pronóstico de vida puede cambiar radicalmente, por eso se busca que el diagnóstico en la mayoría de las personas se haga en etapa temprana, cuando es tratable y existe la posibilidad de curarla por completo. Como en todos los tipos de cáncer, entre más avanza este mal, se vuelve más difícil curarlo. Cuando el cáncer colorrectal se detecta en etapa metastásica, la esperanza de vida de una persona es de seis meses si no se atiende, pero existen tratamientos que podrían extenderla hasta por 33 meses, o más, otorgando al paciente una mejor calidad de vida.
Además de las personas que tienen antecedente familiares de esta enfermedad, existen señales que nos pueden avisar que debemos acudir al médico para que nos revise, por ejemplo: dolor abdominal, pérdida de peso, cambio de hábitos intestinales, detectar rastros de sangre en las heces en algún estudio médico, náuseas, y anemia.
La obesidad puede ser un detonante del cáncer colorrectal, pues conlleva una serie de hábitos riesgosos como llevar una dieta alta en grasas, bajo consumo de frutas y verduras, alcoholismo y sedentarismo. Aunque el tabaquismo no es un factor directo, puede provocar el surgimiento de pólipos adenomatosos que, eventualmente, pueden volverse cancerígenos.
“Buscamos acompañar a las personas con cáncer colorrectal metastásico en su tratamiento, dándoles la oportunidad de prolongar su vida y de vivirla con calidad; para ello, Merck sigue poniendo sus esfuerzos en la innovación de tratamientos que ayudan a mejorar la vida de los pacientes”, comentó el Dr. Hugo Barreto.
Como medidas de prevención, se recomienda cuidar la alimentación, evitar la comida alta en grasa, irritantes y carnes rojas; sumado a esto se sugiere llevar una alta en fibra y líquidos. La actividad física también es un factor que ayuda a prevenir el cáncer colorrectal, por lo que se sugiere hacer ejercicio por lo menos cuatro horas a la semana.