Conoce las úlceras por presión
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
- 0 comentarios
Las úlceras por presión, también son conocidas como úlceras de decúbito, llagas o escaras del encamado. Son lesiones de la piel o en sus capas más profundas que pueden aparecer en zonas del cuerpo que estén sometidas a una compresión continua sobre una superficie de apoyo dura. Es decir, la piel se presiona entre el hueso y una superficie externa (cama o silla). Esto provoca que la llegada de sangre disminuya, dañando las células de la piel.
Aparecen en zonas con salientes óseas (sobre las que uno se sienta, se recuesta o se apoya), por ejemplo: el sacro y cóccix, talones, tobillos o los trocánteres (en el fémur).
Factores que influyen en su aparición:
- Tiempo de inmovilidad: Más de 2 horas en la misma posición aumenta el riesgo de presentarlas.
- Movilización incorrecta: por ejemplo, arrastrar al paciente para cambiarlo de posición.
- Zonas de mayor presión generadas cuando el paciente se desliza de la cama o silla.
- Humedad de la zona, higiene, nutrición, funcionamiento del sistema de las defensas del paciente.
¿Cómo puedo detectar una Úlcera por Presión?
Inician como una mancha roja y caliente que no desaparece, que puede ser dolorosa. De no detener la presión, la piel se abre, causando la úlcera. De continuar sin manejo apropiado, se afecta a capas más profundas, pudiendo llegar hasta el hueso.
¿Cómo puedo prevenirlas?
Las siguientes medidas son esenciales para retrasar o detener su aparición:
- En paciente encamado, realizar cambios de posición cada 2 horas. En silla, movilizar cada media hora (levantando los glúteos)
- Evitar recostarte o sentarte en la herida
- Usar superficies (cojines especiales) para disminuir la presión
- Inspeccionar la piel diariamente en busca de manchas rojas. No dar masaje ni frotar estas zonas. Humectar, mantener limpia y seca la piel.
- Evitar movimientos (como arrastrar al paciente) que puedan cortar o raspar al movilizar al paciente. Mover al paciente elevando el cuerpo y angulándolo constantemente.
- Evitar que el paciente se resbale al estar sobre la cama o silla.
- Evite la humedad utilizando apósitos especiales o ungüentos protectores de la piel contra orina y otros desechos. Vigilar el pañal antes de cualquier cambio de posición.
- Quitar objetos que puedan dañar la piel: migajas, arrugas en las sábanas, botones, ropa con cierres, costuras, etc.
- Comer balanceadamente, con suficiente ingesta de líquidos.
- Devolver circulación a la piel manteniendo el movimiento. Puede acudir con un terapeuta físico.
Si el paciente tiene movilidad, es importante que participe con estas medidas junto con el familiar y/o cuidador. En el caso de que la inmovilidad del paciente sea importante, el familiar/cuidador deberá de asumir esta tarea.
El 95% de las úlceras son prevenibles, de ahí la importancia de estar en contacto con un experto en el manejo de las heridas. No dude en contactar al especialista en caso de detectar la aparición de una lesión.