Piden crear espacios cardioprotegidos

En el marco del primer Foro de Muerte Súbita y Cardioprotección, el cual se llevó a cabo este 17 de noviembre en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI, el Dr. Daniel Sánchez Arreola, miembro de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, señaló que un paro súbito ocurre cuando hay una falla eléctrica en el corazón.

“El corazón literalmente deja de latir y cuando esto ocurre, la persona debe recibir Reanimación Cardiopulmonar (RCP) inmediata y cuenta con menos de 3 minutos para ser auxiliado a través de un Desfibrilador Automático Externo (DAE) que emita una descarga eléctrica controlada al pecho y lograr que el corazón vuelva a latir”, expuso.

Cada minuto que una persona pasa sin recibir una desfibrilación, disminuye hasta 10% la probabilidad de sobrevivir a este tipo de eventos, por ello, es indispensable contar con espacios cardioprotegidos en lugares públicos como estadios, deportivos, aeropuertos, edificios administrativos, entre muchos otros.

Especialistas en el tema indican que, todo espacio con capacidad para más de 500 personas debe estar cardioprotegido, es decir que, al menos 30% del personal, esté capacitado para efectuar maniobras de reanimación cardiopulmonar o RCP y que el edificio o lugar cuente con un Desfibrilador Automático Externo (DAE) y material ilustrativo para su uso.

“Lamentablemente en México, a nivel legislativo, no contamos con una ley federal que obligue a los dueños de espacios públicos, a contar con cardioprotección de acuerdo con el nivel de afluencia de personas; esto se vuelve una emergencia de salud si consideramos que, de todos los casos de paros súbitos cardíacos, 50% de las personas no cuentan con antecedentes de enfermedad cardíaca ni

presentan algún síntoma; es decir, puede ocurrir en cualquier momento y cuando menos lo esperas”, mencionó el especialista.

En México, sólo seis estados cuentan con una Ley de Cardioprotección que exige este tipo de espacios: Yucatán; Morelos; Jalisco; Sonora; Sinaloa y Coahuila; otros estados como Aguascalientes, San Luis Potosí, Durango, Puebla e Hidalgo han logrado esfuerzos aislados para implementar espacios cardioprotegidos, sin embargo, sigue sin ser suficiente comparado con el número de fallecimientos que hay por estas causas.  

Al respecto, el Dr. Arreola añadió que “las acciones de mejora en la gestión de este tipo de incidentes requieren un esfuerzo conjunto, no sólo de los testigos voluntarios no médicos o primeros respondientes, quienes serán los encargados de iniciar las maniobras de supervivencia, mientras llega el personal médico al sitio de la emergencia, sino de las autoridades de salud para lograr políticas públicas que ayuden a consolidar y estandarizar la atención del PSC a nivel nacional.”