Su definición es clara y muy completa, “es aquel en el que se mantiene una armonía y equilibrio en la dieta alimentaria, actividad o ejercicio físico, vida sexual sana, conducción segura, manejo del estrés, capacidad intelectual, recreación (sobre todo al aire libre) descanso, higiene, paz espiritual, buenas relaciones interpersonales, así́ como también la relación con nuestro entorno, entre otras”.

Educadoras en diabetes recuerdan la importancia del ejercicio como uno de los tres pilares fundamentales en el cuidado de la diabetes, complementario a los otros dos pilares que son la alimentación saludable y el tratamiento farmacológico.

A raíz de la pandemia y las medidas sanitarias que se han tomado frente a esta crisis de salud, todos nos hemos visto orillados a replantear y modificar nuestro estilo de vida y los niños no son la excepción.