Si notas que tu hijo se rasca y tiene extrema resequedad en algunas partes del cuerpo podría ser dermatitis atópica, enfermedad crónica de la piel que afecta a 2 de cada 10 niños y que persiste en 1 de cada 10 adultos.

Para cualquier niño, la alberca, los toboganes o la playa, son atractivos y forman parte de su lista de imperdibles de la temporada; sin embargo, además de las altas temperaturas, el cloro y el agua salada del mar, pueden causar brotes que no debemos desatender. Sigue estos tips para protegerlos.

El otoño es una de las temporadas en las que el viento puede resecar mucho nuestra piel, pero si eres de las personas que padecen dermatitis atópica tus cuidados deben ser mayores, ya que el viento que caracteriza a esta temporada del año puede agravar tu comezón y aumentar la descamación de tu piel.

¿Te imaginas vivir con la sensación de comezón, irritación y piel roja permanentemente? Si es algo que te pasa con frecuencia, quizá tengas una de las enfermedades más comunes de la piel, llamada dermatitis atópica.

A pesar de que existen diversas opciones para controlar los síntomas de la dermatitis atópica, hay factores que contribuyen a empeorar la severidad de los síntomas.

La región sureste es la de mayor dermatitis atópica moderada a grave. Tabasco es el estado con mayor número de casos de dermatitis atópica en menores de 18 años, al registrar nueve casos por cada 1,000 habitantes. En segundo lugar se encuentra Yucatán, seguido por Campeche y Quintana Roo.

Los padecimientos más frecuentes en niños son dermatitis atópica, enfermedades virales como moluscos contagiosos y verrugas vulgares, hemangiomas, dermatitis seborreica y costra láctea, entre otros, de acuerdo con médicos especialistas de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).

Se estima que en México existen cuatro millones de personas que viven con dermatitis atópica moderada a grave, mismas que han tenido que enfrentarse a diversas dificultades con el confinamiento.