Uno de los temas más controversiales entorno al calentamiento global, es si realmente existe la forma de frenar sus efectos. Y la respuesta ya ha sido dada en muchas ocasiones por la ciencia y su respaldo en diversos estudios, y no, no es posible parar lo que ya estamos viviendo. Por ello, queda solo una alternativa, la mitigación.

En la actualidad algo que preocupa a la ciudadanía es como el sector inmobiliario ha dejado estragos para el medio ambiente, lo que ha ocasionado que veamos a quienes se dedican a la construcción como villanos para nuestro planeta, y no hay algo más erróneo que el pensar así, pues hemos aprendido hasta ahora que no es lo que se hace sino el cómo se hace cada actividad humana.

En 1972 se celebró en Estocolmo (Suecia) la primera gran conferencia sobre medio ambiente del 5 al 16 de junio, conocida como la Conferencia sobre el Medio Humano, o la Conferencia de Estocolmo. Ese mismo año, la Asamblea General aprobó una resolución A/RES/2994 (XXVII) que designaba el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente”. (Unidas, s.f.)

En algún momento abordamos el tema laboral, y su función primordial en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En esta ocasión abundaremos más al respecto, pero desde la vida sindical y cómo se puede incidir en el cuidado del medio ambiente, les explico porque:

El pasado 22 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Diversidad Biológica, fecha que nos recuerda la importancia que tienen todas las especies que habitan nuestro planeta.

En México se generan alrededor de 42 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos al año, y únicamente se recicla el 14%; cada habitante de las ciudades grandes de nuestro país, como la CDMX, Guadalajara y Monterrey, producen un kilo y medio de desechos al día en promedio.

HSBC México presentó la primera edición del Premio Empresas Líderes en Innovación Sustentable, en colaboración con la firma EY México, con el cual buscan reconocer a las empresas que generan valor a largo plazo para las personas y el planeta a través de sus propósitos, estrategia, acciones e iniciativas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG, por sus siglas en español).

Hemos hablado bastante de como el derecho y el medio ambiente hacen un gran equipo, pero el impulso de la política, debemos aceptarlo, hace la tarea menos compleja.