La época invernal es usualmente asociada a vacaciones, fiestas y encuentros familiares, sin embargo, para muchas personas también representa un periodo difícil de afrontar, el cual se manifiesta a través de diferentes comportamientos y que puede englobarse bajo el concepto de ‘’depresión estacional”. 

Los trastornos mentales representan uno de los problemas de salud pública más recurrentes en México, ya que 15 de cada 100 habitantes padecen depresión. 

Hacia 2030, la depresión será la primera causa de discapacidad. Con el Covid-19, se perfila como la nueva pandemia del siglo XXI. En México afecta a 15 de cada 100 habitantes y la cifra podría ser mayor porque algunas personas jamás han sido diagnosticadas y viven hasta 15 años sin saber que tienen esta afección.

Con la pandemia del Covid-19, los problemas de depresión se triplicaron en Estados Unidos. Este mismo escenario estaría enfrentando México, donde hay 11 millones de personas con esta condición, estimó el Doctor Juan Velez.

Los trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad han ganado un nuevo giro en el escenario de inseguridad y distanciamiento, y la llamada "nueva normalidad' presenta desafíos en varios frentes. La alerta se enciende especialmente porque estos padecimientos son el principal factor de riesgo de suicidio en el mundo.

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que cada año se suicidan más de 800 mil personas, un factor considerado como la segunda muerte en el mundo, como consecuencia de enfermedades como la depresión y otros factores mentales.

La depresión ocupa en México el primer lugar de discapacidad en las actividades de la vida diaria en las mujeres, y el segundo lugar en los varones. Esto debido al fuerte impacto en la productividad, la funcionalidad y en las habilidades de pensamiento de las personas que la padecen.

Jacqueline Cortés Morelos, psiquiatra adscrita al Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, alertó que el incremento de la agresividad en los adultos puede estar relacionado con la depresión, y aseguró que esta situación también afecta a los niños y adolescentes.