¿Quimioterapia o cirugía contra cáncer de páncreas?
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
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El plan de tratamiento para cada persona con cáncer de páncreas es único, dependiendo de la situación personal y de la etapa en la que se encuentra la enfermedad al momento del diagnóstico.
Aunque antes se decía a muchas personas que el tratamiento no era recomendable porque el cáncer se había diseminado fuera del páncreas, hoy una mejor quimioterapia ofrece nuevas posibilidades de tratamiento para este cáncer tan difícil.
El cáncer de páncreas es raro, en comparación con otros tipos de cáncer, tal como de colon y recto, de pulmón y de mama. Sus síntomas son relativamente no específicos y pueden incluir dolor en el abdomen o espalda, pérdida de peso, diabetes de nueva aparición o empeoramiento de la misma e ictericia o amarillez de la piel. El único factor de riesgo conocido es el hábito de fumar y se desconoce la mayoría de sus causas, aunque una pequeña fracción de los pacientes muestra una predisposición genética. El riesgo de por vida de desarrollar la enfermedad de la población general es de alrededor de 1 por ciento. Desgraciadamente para quienes lo desarrollan, el cáncer de páncreas es uno de los más difíciles de tratar con éxito y la tasa de supervivencia a cinco años actualmente apenas supera el 7 por ciento.
La razón por la que el cáncer de páncreas es tan asolador se compone de dos partes: la primera es que no existe ninguna detección temprana para el mismo y muchos casos se diagnostican en etapa avanzada, cuando el cáncer ya se ha diseminado desde el páncreas hasta otros órganos. La segunda tiene que ver con la biología de este cáncer que es muy agresiva y tiende a diseminarse a otros sitios, incluso cuando los tumores son muy pequeños y la enfermedad parece encontrarse en etapa temprana. Eso significa que en muchas personas, la enfermedad reaparece después del tratamiento.
En quienes se diagnostica el cáncer antes de que se disemine fuera del páncreas, el tratamiento puede incluir una cirugía para extirpar el tumor, seguido por quimioterapia. No obstante, ese grupo es la minoría y solamente incluye a alrededor de 15 por ciento de los pacientes diagnosticados. En hasta 50 por ciento de los pacientes, el cáncer se ha diseminado a otros sitios fuera del páncreas, lo que impide que la cirugía surta efecto. En alrededor de 35 por ciento de los pacientes, los tumores involucran a las estructuras vasculares alrededor del páncreas y por ello, tradicionalmente este cáncer se ha considerado inoperable desde el punto de vista quirúrgico.
Alternativas frente a la propagación
A pesar de lo anterior, un nuevo método de tratamiento ha ayudado a ese segundo grupo de pacientes en los últimos años. Con el advenimiento de una mejor quimioterapia y radioterapia, ahora es posible administrar a esas personas un tratamiento que tal vez reduzca en una cantidad importante de casos el cáncer hasta el punto de convertir a la cirugía en una alternativa viable para la supervivencia a largo plazo o incluso en curación.
Los avances en la quimioterapia para el cáncer de páncreas han sido particularmente positivos. A pesar de que las tasas de respuesta de quienes padecen cáncer de páncreas a la quimioterapia conocida solían ser de aproximadamente 9 por ciento, los nuevos regímenes de quimioterapia actuales han casi triplicado la tasa y ésta es incluso mayor en los pacientes cuyos tumores se han diseminado a otros sitios.
Además, la cirugía para extraer el páncreas también ha mejorado. Primero y como punto más importante, es imprescindible no dejar nada de cáncer para que la cirugía sea exitosa, porque de lo contrario, la operación posiblemente no aporte ninguna ventaja para el paciente. Los datos existentes plantean que en 1 de cada 4 pacientes queda algo de cáncer en el páncreas después de la cirugía, pero con la aplicación preoperatoria de quimioterapia y posterior administración de radioterapia, junto con las técnicas quirúrgicas actualizadas, se ha logrado mejorar esos porcentajes y la probabilidad de extirpar todo el cáncer. Esta táctica y la mejor atención médica también han reducido la cantidad de complicaciones que derivan de la cirugía, lo que igualmente mejora la supervivencia en general.
Recibir el diagnóstico de cáncer de páncreas puede ser algo muy atemorizante, pero la mayoría de personas cuenta con alternativas de tratamiento. Antes y en base a la trayectoria de los resultados, algunos médicos simplemente les decían a los enfermos que no había nada que se pudiese hacer. En cambio, hoy eso generalmente no ocurre. Si a un paciente le diagnosticaron cáncer de páncreas y no le dieron ninguna alternativa de tratamiento, puede acudir a hablar con algún oncólogo o cirujano de un centro que realice muchas operaciones y se especialice en cáncer de páncreas para descubrir qué alternativas serían factibles en su caso.