Por qué cuidar tus pulmones

Destacado Por qué cuidar tus pulmones

El 95% de los casos de cáncer de pulmón se detectan en etapas avanzadas (III y IV), y entre 80% y 97% de los mexicanos, con esta enfermedad, mueren en el mismo año en que fueron diagnosticados.

Este padecimiento es el más letal de todos los tipos de cáncer. En México, la incidencia y mortalidad, calculadas en 2012, fueron 7.5 y 6.7 casos por cada 100 mil habitantes, respectivamente. 

Patricia Mondragón Celis, presidenta de Respirando con Valor, señaló: “En México aún se tiene estigmatizado este tipo de cáncer por el consumo del tabaco, a pesar de que el 43% de los casos de este tipo de cáncer se presenta en personas no fumadoras (27% hombres y 70% mujeres). 

En los inicios de la epidemia del Cáncer de Pulmón (CP), el 90% de los casos se atribuyeron al tabaquismo, sin embargo, en las últimas décadas esta proporción ha evidenciado un cambio, pues los factores más comunes para desarrollarlo son: aspirar humo de leña, padecer enfermedades pulmonares crónicas como tuberculosis, antecedentes personales o familiares de cáncer de pulmón y tabaquismo.

Este 5 de abril, por primera vez se conmemora, en la efeméride oficial, el Día Nacional de Cáncer de Pulmón, que resalta la importancia de la prevención, diagnóstico temprano y tratamiento de esta enfermedad.

El movimiento “Juntos Contra el Cáncer” recalcó que, en México, de las cinco neoplasias que causan mayor mortalidad en la población mexicana, cáncer de mama, cáncer cervicouterino, cáncer colorrectal y cáncer de pulmón, este último es el único que no cuenta con cobertura en el Seguro Popular.

La Dra. Patricia Mondragón subrayó que la mayoría de los cánceres de pulmón no causan síntomas, hasta que ya está en etapas avanzadas, sin embargo, algunas personas en etapas tempranas pueden presentar ciertos síntomas como:

  • Una tos que no desaparece o que empeora.
  • Dolor en el pecho que a menudo empeora cuando respira profundamente, tose o se ríe.
  • Pérdida de peso y pérdida de apetito.
  • Tos con sangre o esputo (saliva o flema) del color del metal oxidado.
  • Dificultad para respirar.
  • Cansancio o debilidad.
  • Infecciones como bronquitis y neumonía que no desaparecen o que siguen recurriendo.
  • Silbido de pecho durante la respiración.

Deja un comentario

Asegúrate de llenar la información requerida marcada con (*). No está permitido el código HTML. Tu dirección de correo NO será publicada.

logo-nosotros

RH Editores produce y comercializa la revista de Salud Factor RH. La edición es mensual.

Correo de publicidad: