Fumar nos cuesta a todos
- Escrito por Redacción
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Los hospitales públicos de la CDMX erogan 96 mil 878 pesos cada vez que una persona fumadora llega al área de urgencias, pues se le tienen que realizar una serie de estudios para determinar la gravedad del evento y su tratamiento. Este costo no incluye la rehabilitación, la cual lleva más tiempo.
Cada año, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (CDMX) gasta 38 millones 795 mil 596 pesos por atender los 401 casos de hospitalización por infartos cerebrales y embolias provocados por el tabaco, de los cuales 141 han sido de mujeres y 260 de hombres, según datos del estudio "morbilidad y mortalidad atribuible al tabaco por entidades" del Instituto Nacional de Salud Pública, la Universidad Autónoma de Baja California Sur y Códice.
Los sistemas estatales de salud del país enfrentan grandes retos luego de la pandemia de Covid 19 para promover la salud y conservar a la población lo más sana posible.
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El primer nivel de atención, es decir los centros de salud, es el contacto más cercano a las personas y es ahí donde el dinero hace falta. Por mencionar un ejemplo, el sueldo mensual de un médico en este nivel ronda los 15,313 pesos con una jornada de trabajo de ocho horas, en las cuales atiende cada 15 minutos a un paciente, llegando hasta 40 en un día. Los 38 millones 795 mil 596 pesos representan 2 mil 533 sueldos mensuales de médicos que tiene una fuerte carga y responsabilidad laboral.
La industria tabacalera paga anualmente de impuestos 46 mil millones de pesos, sin embargo, el costo a nivel nacional por atender los cuatro principales padecimientos que provoca el tabaquismo como los infartos al corazón, cáncer de pulmón, enfermedades cerebro vasculares y enfisema pulmonar es de 116 mil millones de pesos, es decir, lo que gasta el sistema de salud es dos veces y medio más de lo que la industria paga en impuestos.
Todas las enfermedades y costos de atención médica relacionadas con el tabaquismo son prevenibles. El pasado 15 de enero entró en vigor el Reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, el cual refuerza la protección a la salud de las y los habitantes de la Ciudad, pues fortalece lo establecido en la Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores, por lo que no hay excusa para cumplir con la Ley y así disminuir las enfermedades por tabaquismo.
