La receta no es un juego
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
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Seguir el tratamiento que te dicta el médico puede, a veces, ser un poco complejo, pero es importante que conozcas los riesgos asociados al no hacer caso de las indicaciones de unos especialistas.
Cambiar la receta se considera un riesgo, al igual que sustituir el medicamento, o peor aún, suspenderlo. No apegarse a las instrucciones del doctor es causante de miles de hospitalizaciones, complicaciones graves e incluso muertes de pacientes.
Es por eso que te enlistamos las razones por las que debes de seguir la receta al pie de la letra.
- Solo funcionan si se toman a intervalos regulares:la estructura química y composición de los medicamentos determina la rapidez con la que serán absorbidos por el organismo.
- Cada medicamento tiene su dosis y frecuencia óptima.Así, mantiene concentraciones en la sangre que sean lo suficientemente altas para maximizar los efectos beneficiosos y lo suficientemente bajas para evitar efectos secundarios o toxicidad.
- Los medicamentos no son intercambiables. A veces, en la farmacia hay medicamentos que son parecidos, pero no quiere decir que puedan ser intercambiables.
- Las indicaciones son exactas, sobre todo con antibióticos.La eficacia del antibiótico para eliminar las bacterias de los tejidos infectados depende de las concentraciones continuas y adecuadas de antibióticos. Si no se toma con la dosis y frecuencia prescrita o no se completa el ciclo, las bacterias pueden sobrevivir y multiplicarse, y la infección puede complicarse y tomar fuerza.
- Los medicamentos tienen contraindicaciones.Aunque un medicamento pueda servir para tratar tu enfermedad, no siempre es adecuado para todas las personas; ya sea porque son alérgicas para alguna gente, porque los pacientes padecen una segunda enfermedad o por un tratamiento subyacente con el que interaccionan.
Se dice que sólo la mitad (50%) de las personas que salen de la consulta médica, tomará el fármaco según las indicaciones del especialista. De allí la importancia, según la Secretaría de Salud, de tener un uso racional de los medicamentos, cosa que implica evitar la automedicación y apegarse a las instrucciones del médico tratante.