Fundamental estrategia para prevenir y erradicar la hepatitis C
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
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Es fundamental, de acuerdo con el doctor Enrique Wolpert Barraza, Presidente del Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa), dar seguimiento a la implementación del Plan Nacional para prevenir y erradicar el virus de la hepatitis C, debido a que es una enfermedad silenciosa, crónica y altamente contagiosa, que no presenta síntomas hasta que existen daños irreversibles como cirrosis y sus complicaciones o cáncer de hígado.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 700,000 personas mueren cada año por enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C1. Y es que, de acuerdo con el hepatólogo, “necesitamos concientizar a la sociedad y a los trabajadores de la salud en México sobre esta enfermedad que existe y es necesario atender de manera oportuna”.
En julio pasado se dio a conocer que ya se cuenta con un Plan de Acción Específico para la hepatitis C, el cual contempla la concientización, prevención, diagnóstico, tratamiento y eliminación de esta enfermedad en todo el país, integrando los nuevos medicamentos en el sector salud.
En ese sentido, el doctor Wolpert Barraza comentó que “en FundHepa empezamos a trabajar desde noviembre de 2015 al formar una Coalición que, con datos duros de México, Latinoamérica y de otros países del mundo, lográramos precisar la información epidemiológica y los resultados del tratamiento con los nuevos antivirales directos que existen lo que dio como resultado un documento de posición para apoyar la elaboración de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control de las Hepatitis Virales que fue entregado a las autoridades de Salud, en el cual participaron especialistas e instituciones y cuenta con el aval académico de la Asociación Mexicana de Hepatología (AMH)”.
Pese a ello, el problema de la hepatitis C es latente en nuestro país pues hasta el 80% de los infectados no presentará síntomas sino hasta 20 años después del contagio. “Si un paciente tiene factores de riesgo de contagio, como haber recibido una transfusión de sangre antes de 1995, haberse hecho tatuajes o piercings en condiciones no higiénicas o uso de drogas intravenosas, el médico tiene que pedir la prueba de hepatitis C, aunque la consulta sea por otro problema médico” explicó Wolpert.
La finalidad, destacó, es tener el mayor número de pacientes diagnosticados de hepatitis C en el país e identificar el genotipo y carga viral del paciente para iniciar un tratamiento de manera oportuna. “Anteriormente los tratábamos con interferón pegilado y ribavirina para el genotipo 1 -el más frecuente en México y Latinoamérica- y se curaban la mitad de los enfermos; ahora, con los nuevos retrovirales de acción directa, el porcentaje de curación es entre un 90 y un 100%”, refirió el destacado hepatólogo.
El especialista apuntó que “existe un gran interés por parte de las autoridades de salud como lo han demostrado, para que en el sector público, los pacientes puedan tener acceso a estas nuevas moléculas y pueden curarse eliminando el virus y así salvar su vida”.
Finalmente, puntualizó “debemos continuar trabajando FundHepa, la comunidad médica, las asociaciones de pacientes, seguramente las autoridades de salud y desde luego, con el compromiso de las compañías farmacéuticas para garantizar el acceso a un precio accesible de estos medicamentos a las instituciones de salud pública”.