México enfrenta la peor crisis de diabetes. Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2018) revelan que, en 2012, 9.2% de la población tenía esta condición; en 2018 este número se elevó a 10.3 por ciento. El crecimiento más pronunciado lo experimentaron las mujeres, al pasar de 9.7 a 11.4 por ciento.

En México, la diabetes es segunda causa de mortalidad, de acuerdo con la información de la Federación Mexicana de Diabetes A.C (FMD), teniendo un índice de 15.4% de decesos, además el 90% de los casos está relacionado con sobrepeso y obesidad.

Un modelo integral de atención tomando como base la prevención, el diagnóstico oportuno, la atención y control de la enfermedad, así como el apego al tratamiento, se puede lograr gracias al desarrollo tecnológico de los dispositivos médicos.

La Diabetes Mellitus es una de las enfermedades más frecuentes en todo el mundo y un problema de salud pública debido a las complicaciones crónicas y agudas causadas por el control inadecuado de los niveles de glucosa en la sangre.

Cuando se trata del control de la diabetes es importante considerar que las fluctuaciones constantes de los niveles altos y bajos de azúcar en la sangre, con el tiempo, pueden conducir a complicaciones graves de salud y un impacto en la calidad de vida. 

¿Te has preguntado si tu consumo de azúcar es adecuado? En México, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 85% de la población sobrepasa el consumo, lo que puede traer un grave daño a la salud.

La atención personalizada para los pacientes con diabetes puede prevenir que sufran complicaciones a causa de otras condiciones de riesgo, como un contagio del virus SARS-Cov-2 o de influenza, y ayudarlos a mantener su calidad de vida teniendo sus niveles de azúcar en la sangre bajo control, consideraron expertos.

En los pacientes con diabetes tipo 1, su páncreas no produce insulina para que la glucosa ingrese a las células, por lo que ésta se acumula en el torrente sanguíneo, lo que puede llegar a generar complicaciones en el largo plazo poniendo en riesgo la vida del paciente.