Alertan por deshidratación de bebés

La deshidratación en niños y bebés ocurre cuando existe un déficit de líquidos en el cuerpo, los cuales son necesarios para que lleve a cabo sus funciones en un nivel óptimo, a causa de aumentar o disminuir la ingesta.

La coordinación delegacional de Salud Pública del IMSS en Chihuahua, informó en un comunicado que los primeros síntomas que alertan sobre una posible deshidratación son los vómitos, diarrea, sudoración, ojos hundidos, lengua y mucosas secas.

Las causas de la deshidratación en niños y bebés puede ocurrir en situaciones de vómitos, diarrea, exceso de pérdidas de líquido por la orina, sudoración profusa o fiebre, por estomatitis o faringitis.

También se puede producir deshidratación debido a una enfermedad aguda con pérdida de apetito. En los lactantes es visible por las fontanelas (mollera), que se hunden, y la falta de elasticidad en la piel al pellizcar suavemente un pliegue del abdomen.

Las pérdidas de hasta el 5 por ciento del líquido corporal se consideran leves; hasta el 10 por ciento, moderadas; y hasta el 15 por ciento, severas. La deshidratación, en casos extremos, puede llevar al "shock" y a la muerte.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda utilizar Vida Suero oral, que favorece la reposición de líquidos en forma inmediata evitando la deshidratación.

El suero oral, señaló, contiene sales de sodio, potasio, cloro, citrato, además de glucosa, vitales para el buen funcionamiento del organismo, sobre todo, durante una enfermedad aguda diarreica.

No se aconseja utilizar bebidas para deportistas, debido a que éstas contienen mucha azúcar y pueden causar o empeorar la diarrea. Igualmente, se debe evitar el uso del agua como primer recurso de reemplazo de líquidos en bebés y niños.

Tomar líquidos generalmente es suficiente cuando se enfrenta una deshidratación leve.

Es mejor suministrar con frecuencia pequeñas cantidades de líquido, utilizando una cuchara o una jeringa, en vez de forzar al bebé o al niño a beber una cantidad grande de líquido de una sola vez, ya que esto puede producir más vómito.

Si el estado es grave, la reposición de líquidos será de forma intravenosa.

Resaltó la importancia de la prevención, incluso cuando el bebé y el niño están bien de salud, deben consumir mucho líquido todos los días y más cuando el clima es cálido y caluroso o está haciendo ejercicio.

Es importante vigilar cuidadosamente a cualquier enfermo, especialmente a un bebé y a un niño, y en caso de sospecharse un proceso de deshidratación, se debe buscar asistencia médica antes de que la persona desarrolle una deshidratación moderada o severa.

El Instituto del Seguro Social enfatizó que siempre se debe animar a la persona a consumir líquidos en el transcurso de una enfermedad y no olvidar que las necesidades de líquidos son mayores cuando la persona tiene fiebre, vómitos o diarrea.

Finalmente, recomendó a sus derechohabientes acudir a los módulos de PrevenIMSS, ubicados en las unidades de medicina preventiva para una orientación y atención oportuna de salud.

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